Hola a todos!! qué bueno tenerlos de vuelta!
Bueno, antes de seguir, te invito a leer los anteriores blogs de #emprender, para que veas de qué se trata todo lo que estamos haciendo, y puedas seguir leyendo sin que se te pierda ningún detalle.
Según la estadística publicada por entrepreneur, el 75% de los emprendedores fracasa al poco tiempo de comenzar, recuerda este dato, no debes ser parte de esa estadística, de eso se trata.
Luego del desastre de mis primeros intentos por emprender, tuve que replantearme la pregunta, ¿Será que en serio podía crear mi propio negocio?, en esos días no lo tenía claro, mi pensamiento no me ayudaba mucho, porque solo me repetía que no era capaz, pero no tenía opción, tenía que intentarlo.
Luego de algunos días tuve un posible nuevo cliente, marcamos el día y hora, y lo visité. Fueron muy amables cuando me recibieron, al llegar me invitaron un vaso de jugo, esto era nuevo para mi, ya que antes de visitar a estos hice algunas visitas a otros posibles clientes, pero no me trataron muy bien, para ser franco, la gente lograba dar conmigo y necesitaba ayuda técnica, pero al conocerme preferían buscar otro técnico (creo que hubiese hecho lo mismo, yo no transmitía confianza).
Hora de ver el equipo
Al terminar de beber mi jugo de piña (hasta hoy lo recuerdo), me llevaron a ver el equipo, mi idea era detectar el problema y simplemente hacer algunos clics o algo así y solucionarlo, pero el equipo ni encendía, no sabía qué hacer, y en ese momento nació la excusa que me sirvió, por lo menos para el primer año de trabajar independiente.
«Sr. creo que debo llevar su equipo a mi taller para revisarlo con más cuidado, ya que parece no ser muy simple el problema».
Ese argumento siempre funciona, luego me di cuenta que era el proceso normal, que todo buen técnico lo hacía de esa forma, pero la verdad al principio, solo lo usaba porque no tenía mucha idea de lo que estaba haciendo.
Al salir de la casa del cliente, ya con el equipo en mano rumbo al taller (que no tenía), subí al bus, bajé en el centro mismo de mi ciudad, y comencé a caminar (tenía el equipo agarrado solo con mi brazo derecho, recostándolo sobre mi cadera derecha, hasta hoy tengo allí una zona de poca sensibilidad, por la cantidad de equipos que llevé así por más de 15 años).
La solución
No voy a lanzar ninguna publicidad, (y hoy que me dedico indirectamente al rubro publicitario, no lo haría de gratis), por eso no voy a dar nombres, pero ese día, mientras caminaba con el equipo, encontré un pequeño negocio de reparación de computadoras cerca del mercado de mi ciudad, negocio que a la fecha de este blog aún existe, creo que nunca lo vi antes por mis vueltas por la zona, llegué primeramente como lo haría cualquier cliente, y les comenté el caso de la máquina que tenía sostenida por mi cadera derecha, el dueño del negocio era un hombre joven, pero ya de varios años en el rubro según pude darme cuenta, y al final tuve que ser sincero con él.
A pedir socorro
Le comenté por lo que había pasado con todos los detalles, y al final le pedí ayuda para arreglar el equipo, para él la solución era simple pero para mí no, así que me indicó que tenía que hacer, incluso me indicó cuánto podía cobrar al dueño, y cuánto él me cobraría por la ayuda que me daría para reparar el ordenador, tiempo después me daría cuenta que el precio era bueno, y que todo lo que me indicó desde ese día para cada nuevo trabajo, era justo desde todo punto de vista; pero en ese momento, en mi primer trabajo serio, solo me limité a sentirme aliviado, todo salió bien.
Desde ese día lo comencé a visitar a diario, para preguntarle cosas, ver y entender como trabajaba, me centraba en aprender un poco mientras le cebaba terere, hacía de todo para hacer más amena mi visita, y no ser molesto en medio de los trabajos que le llegaban muy seguido, creo que por más o menos 15 días, no hice otra cosa más que pasar a visitarlo, y ver qué podía aprender; conforme aprendía, lo visitaba menos, hasta que solo pasaba a saludarlo, y a llevar trabajos.
Existen personas a quienes les gusta ayudar
Esta persona tenía una característica muy particular, al parecer, le gustaba ayudar, veía que otros de más o menos mi misma edad y con los mismos problemas lo visitaban, llevándole equipos, esperando orientación y algo de aprendizaje.
Fue una época interesante, yo no la pasaba muy bien, tenía mucha presión en casa, porque tenía que llevar sustento (cosa que no hacía muy bien), pero me gustaba el hecho de estar aprendiendo mientras buscaba clientes.
NO SE PUEDE COMENZAR UN EMPRENDIMIENTO, SIN TENER UN PROFESIONAL REFERENTE DENTRO DEL RUBRO QUE QUEREMOS CAPTAR, ALGUIEN QUE NOS QUIERA AYUDAR, si el rubro en el que estás entrando es muy competitivo, esta tarea se hará más complicada, pero siempre existe alguien que ve las cosas desde una óptica diferente, y sabe que, al ayudar a un colega que inicia, solo está ganando un admirador y no una competencia directa .
Para aquellos que tienen la posibilidad de estar estudiando lo relacionado con su emprendimiento, ya sea desde una universidad o instituto, su tutor y apoyo inmediato será el profesor guía; pero para quienes por alguna razón no pueden hacerlo, o como yo, debieron y deben tirarse al agua así a lo bruto, sin mucha preparación, es necesario tener un referente de apoyo, ser pupilo de alguien.
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